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sábado, 26 de enero de 2019

"VETERANOS DE LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO EN ARGENTINA VGTA"..."RECORDANDO CARTAS 21/12/2011...26/01/2019"...

"RECORDANDO CARTAS 21/12/2011...26/01/2019: A los presos polìticos...A los prisioneros de guerra"...“estuve preso y me visitasteis” (Mt. 25,36)."...“todos los que militáis bajo esta bandera, ya no durmáis, ya no durmáis, que no hay paz en esta tierra”, decía Santa Teresa).
Dios, el mas grande, el justo, dará a cada uno la justa corona..."Aquí Señor, golpéa aquí, pués con cada uno de tus azotes me acercas más a tu reino...".  Miguel...


Carta de un sacerdote a nuestros prisioneros de guerra hijosynietosdepresospoliticos (21/12/2011)...  “Hay que seguir combatiendo esta misma guerra que pelearon ellos. No es poco lo que podemos hacer y es mucho lo que nuestros padres han hecho y siguen haciendo por nosotros; en sus prisiones...” Quitándole tiempo al sueño y aprovechando las pequeñas vacaciones que mi ministerio sacerdotal me permite, en los últimos días pude cumplir con un deber cristiano y, más aún de gratitud: visitar a algunos de los que se hallan presos por haber defendido la Patria en la década del ’70. Por gracia de Dios, hace ya algunos años que pude romper el cerco que nos separa a los ciudadanos comunes de ese terrible lugar que es la cárcel; fue durante los estudios del seminario cuando, junto a otros compañeros, alcancé a visitar algunas cárceles y correccionales, palpando en cuero ajeno lo que significa el estar privado de la libertad y alejado de los seres queridos. Sin embargo, hay una diferencia, ya que una cosa es pagar por algo injusto que uno sí ha hecho y otra muy distinta es pagar injustamente por algo que no se ha hecho. El visitar a estos presos es una experiencia inolvidable que implica, a la vez, un gran dolor y un poco de gozo. Dolor, por la cruz que deben llevar y gozo porque uno se sabe estar cumpliendo un mandato evangélico: “estuve preso y me visitasteis” (Mt. 25,36). Se trata de ayudarlos a cargar la Cruz, la de ellos y la de sus familias, porque todos estamos presos con ellos. Es compartiendo esta bendita Cruz como se les hace más liviana; es compartiéndola y abrazándola como la Cruz nos puede llegar a redimir. Dos semanas; fue poco nomás. Sólo dos semanas de vacaciones que pensaba aprovechar para leer, para rezar, para visitar a algunos amigos; dos semanas que venía proyectando desde hacía meses y que – como siempre – no saldrían tal cual lo esperaba. Dos semanas en las que quería descansar, “desenchufarme” un poco, estar un poco más entre los míos; sin embargo, una y otra vez, resulta imposible acallar la conciencia y dormir cuando se sabe que se está cometiendo una injusticia (“todos los que militáis bajo esta bandera, ya no durmáis, ya no durmáis, que no hay paz en esta tierra”, decía Santa Teresa). Había que ver a nuestros presos; no sólo a mi padre, a quien visito mensualmente en la vieja cárcel de San Juan, sino a muchos otros a los que no pueden asistir a la Santa Misa, a los que – normalmente – no pueden recibir el Cuerpo de Cristo, a los que pocas veces reciben un consuelo o un conforto. Porque hay que seguir peleando, hay que seguir combatiendo esta misma guerra que pelearon ellos. No es poco lo que podemos hacer y es mucho lo que nuestros padres han hecho y siguen haciendo por nosotros; en sus prisiones, aún hoy nos siguen dando ejemplo de entereza cristiana; en su prisión siguen edificando a cada uno de nosotros cuando vamos a visitarlos. Tres cárceles fueron y tres espadas parecían clavarse en cada requisa, en cada lista y espera; comencé por San Luis, donde un viejo amigo de mi padre “reside” desde hace casi tres años; seguí por Mendoza visitando a otros y terminé en San Juan para culminar mis vacaciones. Tres cárceles y varios prisioneros de guerra. Historias similares, combates, desilusiones, pero siempre, siempre, un solo protagonista; uno solo aparecía tras las rejas: era Cristo en la cárcel. Era Cristo quien sufría por los suyos, por la injusticia, por los pecados de nuestra Patria; era Cristo el que una vez más pasaba la noche del Jueves Santo, injustamente encadenado y sometido a un juicio que da risa, por no decir llanto. Era Cristo que ahora padecía una vez más el odio satánico de quienes todavía tienen un corazón de piedra (misterio que mete miedo). Pero no sólo eso: era Cristo en los presos y era Cristo en la Misa. Era un solo el protagonista: sufría Él en la cárcel y se ofrecía en el Altar; figuradamente en uno y realmente en otro; era Cristo en la cara de nuestros presos y era Cristo elevado en el altar, un altar de campaña, improvisado en la celda: sin mantel, sin velas y sin música; era Cristo que bajaba nuevamente a una mesa de hierro, sin pretender demasiados ornamentos más que algunas lágrimas de los fieles y su ministro. Pude ofrecer el Santo Sacrificio y elevar a la Víctima en tanto cuanto me lo permitía el tiempo y las circunstancias y siempre, siempre, pedí una vez más por la pronta libertad e insistiendo como la viuda del evangelio que finalmente le ganó por cansancio al Buen Dios (Lc. 18,1-5). Un solo protagonista, que sigue obrando ocultamente en ellos y que nos ofrece una vez más la Cruz, para que la besemos, para que la carguemos sin arrastrarla hasta configurarnos con ella. Un solo Dios que quiere que ayudemos a redimir el mundo con nuestros sufrimientos. Un solo Dios exige nuestra cooperación para que Él reine “haciendo de cuenta que todo depende de nosotros, sabiendo que todo depende de Dios” (como decía San Ignacio). Un solo Dios que está esperando que le pidamos y que nos volvamos hacia Él. Ruego a Dios y a los de buena voluntad que aligeremos este Cáliz uniéndonos en la oración y en los sacrificios; cuanto antes lo hagamos, antes pasará. Y no temamos “Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros” (Jn. 15,20). Dios ha vencido al mundo. Con mi bendición P. Javier Olivera, IVE Miembro de “Hijos y nietos de presos políticos de Argentina” ...Dios, el mas grande, el justo, dará a cada uno la justa corona..."Aquí Señor, golpéa aquí, pués con cada uno de tus azotes me acercas más a tu reino...". Comentado y publicado por Miguel...

"VETERANOS DE LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO EN ARGENTINA VGTA"...ANTES DE 1976...22 de diciembre de 1974 TERRORISTAS DEL ERP ASESINAN AL PROFESOR CARLOS ALBERTO SACHERI...


ESTA ES LA VERDAD HISTÓRICA...ESTOS SON LOS TERRORISTAS ASESINOS DE NIÑOS, ASESINOS DE LA POBLACIÓN CIVIL, ASESINOS DE HOMBRES DE TODAS LAS FUERZAS...Miguel...
Afirmó Cicerón: “En el fragor del combate, no se puede escuchar ni leer las leyes”

El profesor de filosofía Carlos Alberto Sacheri fue asesinado cuando volvía de misa y llegaba a su casa de San Isidro, acompañado de su esposa y sus siete hijos (la menor, de dos años), más tres pequeños amigos. Un Peugeot 504 celeste se detuvo a su lado y su conductor, un hombre de unos 50 años, le efectuó dos disparos de pistola en la cabeza. "Veo a mi padre con la cabeza inclinada, sangrando, y todos en derredor bañados en sangre", escribió años después el hijo mayor, José, que tenía entonces 14 años. "Miré hacia la derecha y vi la cara de un hombre -el asesino- que hoy, pese a que han pasado tantos años, tengo perfectamente grabada en mi mente", recuerda José María, su hijo. El ERP 22 de Agosto se atribuyó el asesinato y en septiembre de 1977 en un inmueble de esa organización terrorista se encontró un archivo donde se daba cuenta del crimen. Doctorado en Filosofía en la Universidad de Laval, en Québec, Canadá, donde estudió con el filósofo tomista Charles de Koninck, Sacheri, de 41 años, era profesor de Metodología Científica y de Filosofía Social en la Universidad Católica Argentina (UCA) y de Filosofía e Historia de las Ideas en la Facultad de Derecho de la UBA. A su regreso de Canadá, en 1967 comenzó a dar clases y a escribir en distintas publicaciones. Estudioso de Santo Tomás, ferviente católico, conocedor y crítico de nuevas tendencias sociales, en 1969 publicó el libro "La Iglesia clandestina", en el cual denunciaba una infiltración marxista en la Iglesia Católica y cuestionaba a algunos dirigentes del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Otros estudios los dedicó a "La Iglesia y lo social", uno de sus libros, y "El orden natural", en el cual afirma que una cultura o sociedad será más elevada cuanto más respete los valores humanos fundamentales surgidos de la ley natural. En lo científico, se desempeñó en el Conicet, donde colaboró con su presidente, Bernardo Houssay, y en la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Fecic); en lo social, en el Instituto de Promoción Social Argentina (IPSA), y en lo político, en el Movimiento Unificado Nacionalista Argentino. En un nuevo aniversario de su asesinato... lo recuerdo elevando una oración en su memoria, y acompaño a su familia día tan triste, especialmente al Dr. José María Sacheri.

"VETERANOS DE LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO EN ARGENTINA VGTA...ANTES DE 1976...ASESINATO DE CIVILES...HECTOR OMAR SARASPE ASESINADO POR TERRORISTAS DEL ERP EL 20/09/74 ...

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ESTOS SON LOS TERRORISTAS ASESINOS DE NIÑOS, LOS ASESINOS DE LA POBLACIÓN CIVIL, LOS ASESINOS DE HOMBRES DE TODAS LAS FUERZAS. ESTA ES LA VERDAD HISTÓRICA...Miguel...
Héctor Oscar Saraspe quedó “sentenciado a muerte”, en palabras de una de sus hijas, por haber querido ayudar. En octubre de 1972 la policía tucumana intentó detener a Ramón Rosa Jiménez, cabecilla del ERP, quien estaba prófugo y que había dejado 5 guardiacárceles muertos en su fuga de prisión. El policía Eudoro Ibarra le pidió ayuda a Héctor Saraspe para trasladar a la comisaría a Ramón Rosa Jiménez, quien había resultado herido al resistir el arresto. Jiménez murió poco tiempo después y el calvario de la familia Saraspe comenzó. Llamadas telefónicas, amenazas, persecuciones al lugar de trabajo, panfleteadas, pintadas…hasta que el 20 de septiembre de 1974, el ERP tomó el pueblo de Santa Lucía (Pcia. de Tucumán) para concretar su venganza. Cortaron las vías telefónicas, y se dividieron en grupos: uno fue hacia la casa de los Saraspe, donde los atendió Graciela, de 8 años, una de las hijas de Héctor, y sin saber que los extraños que preguntaban por su padre eran terroristas, les indicó que estaba en el club. Hacia allí se dirigieron y cuando lo identificaron le pegaron dos tiros en el pecho. El otro grupo terrorista fue a la casa del policía Ibarra, en donde lo acribillaron de 16 disparos enfrente de sus hijos. No satisfechos con haber asesinado a Héctor, los terroristas continuaron amenazando a la familia Saraspe aún después del atentado: que los iban a secuestrar, a asesinar en misa, a poner una bomba en el cementerio.  DICE LILIANA CRISTINA SARASPE.... Te llevaste gran parte de nuestra vida con vos!!! A todos los que fueron integrantes del ERP les digo, me deben mi infancia feliz junto a mi padre, me deben la paz!! Ya que me hicieron conocer a los 5 años, el terror. Me deben los besos, caricias, abrazos y amor de mi padre y me deben que a 40 años todavía no pueda calmar el dolor que mi corazón siente... 



Héctor Oscar Saraspe fue una de las primeras víctimas del Ejército Revolucionario que se auto adjudicaba la representación del Pueblo (ERP). El asesinato tuvo lugar en las instalaciones del club de Fútbol de Santa Lucía, población ubicada a la vera de la Ruta Provincial 307, en Tucumán.
Santa Lucía, por su posición geográfica, era permanentemente visitada por los subversivos marxistas, debido a la escasa distancia de los sitios selváticos en que instalaban sus campamentos. Con una diferencia de pocos minutos también ejecutaron al policía Eudoro Ibarra.
Hoy en día el hecho es poco recordado, y muy poca gente joven está informada de lo sucedido. Sin embargo, ambos asesinatos conmocionaron a esa localidad pedemontana. Los velaron tres días y el acompañamiento fue tremendamente concurrido porque iban los dos féretros al lado, custodiados por la policía tucumana y con el sonido de las sirenas de los patrulleros.

Reportaje a una de las hijas de Héctor Saraspe: Liliana Cristina.

Liliana, cuando el ERP mató a tu padre eras chica. Pero al ser un hecho tan resonante, seguramente hay detalles que nunca quedarán en el olvido. ¿Podés decirnos a qué se dedicaba tu padre, y cuales son los motivos por los que fue asesinado?
Mi padre era empleado en una fabrica que todavía funciona en Famaillá, Grafa. Además era comerciante al explotar, junto a mi madre, la cantina del club de fútbol en Santa Lucía.
En el año 72 hubo un tiroteo entre policía y delincuente en el pueblo. Al no haber ambulancia en el hospital, su amigo, el agente Eudoro Ibarra lo hizo llamar a mi padre (que tenía un auto) para trasladar al policía al hospital. Mi madre le pidió que no fuera ya que podía tener problemas, pero no hizo caso a su pedido y por no defraudar a su amigo que lo necesitaba, concurrió al lugar de los hechos. Al llegar no solo cargan al policía herido sino también al delincuente en el asiento de atrás y se dirigieron a la comisaría. Allí terminó su ayuda. Días después se enteró que aquel delincuente era ni más ni menos que Ramón Rosa Jiménez ( el zurdo) quien fuera prófugo de la cárcel de villa Urquiza, en dicha fuga dejó 5 guadiascárceles muertos. Allí en esos momentos al morir este delincuente empezó el calvario, primero para él y después para toda la familia.

Si bien la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez es la que se adjudicó el atentado, vos y tu familia, ¿tienen indicios de quién pudo ser el que jaló el gatillo o, por lo menos, quienes integraban la partida? De hecho, tenemos entendido que uno de los que estaba en el hecho de Santa Lucía también participó del asesinato del Capitán Viola.
Efectivamente. El ERP se adjudica la muerte dejando en la paredes del club, donde fue asesinado, leyendas pintadas. Nunca supimos quien disparó, ni quien lo señaló, Papá estaba con tres personas más jugando al dominó, entro un tipo con cara descubierta y los apuntaba a los cuatro, aparentemente sin saber quien era quien, segundos después entro otro, pero ya con la cara tapada y lo señaló diciendo "ese es", ahí mismo y al mismo tiempo fueron los disparos en la casa de Ibarra. No te imaginas la sorpresa mía al leer el artículo que se publicó hace un tiempo, enterarme y conocer la cara de uno de los integrantes de ese grupo que participó en la muerte de Papá y en el cruel asesinato del capitán Viola y de su hija muy pequeñita.

¿Cómo repercutió en Santa Lucía la muerte de tu padre y de Ibarra?. Sabemos que en el pueblo, hasta ese hecho, el ERP no generaba entre los pobladores locales demasiado rechazo. ¿Cambió el trato de la gente de Santa Lucía hacia el ERP luego de las ejecuciones?
El contacto que tenía el ERP en el pueblo era con la minoría, las cuales sabemos eran también integrantes del grupo, eso nos enteramos años después. El resto de la población era ciega, sorda y muda!! Tenían mucho miedo, por eso nadie dijo, ni hizo nada. Los guerrilleros (así los llamábamos) entraban y salían del pueblo como dueños de casa, usaban bicicletas y en sus porta equipajes llevaban envueltas las armas con bolsas de lona, mi Madre cuando veía a alguien así, temblaba, corríamos a casa, como escapando.

¿Cómo repercutió en tu vida personal y en la de tu familia ser hija de Saraspe? Imagino que cuando pronuncias tu apellido nunca falta quien recuerda ese hecho…
Mira, mi historia me pesa desde muy niña, apenas cumplí los 5 años el 14 de septiembre y desde el 20 del mismo mes, mi vida quedó marcada para siempre, parece un cuento de terror, no puedo todavía entender porque pasó esta tragedia, todavía me pregunto porque a mi? tan pocos años de vida y pasar por lo que pasé, por lo que pasamos!! Sufrimos mucho!!! y en lo personal, no solo me mataron a mi Papá, me mataron mi niñez, me sembraron el miedo, me hicieron esperar la muerte a cada minuto. Vi sufrir a mi madre las amenazas, de bombas en la casa, en el cementerio donde tampoco dejaban descansar a mi padre en paz, tuvimos que cambiarlo de monumento lo más secretamente posible, también la amenazaron con secuestrar a sus hijas, nos llevó un tiempo a B As. De noche no dormía, se la pasaba en la ventana, esperando que vengan a buscarnos y matarnos. Te podría contar tantos otros hechos que se vienen a mi memoria de a poco, situaciones que no se las deseo a nadie!!

¿Qué sentís cuando ves las millonarias indemnizaciones que reciben los familiares de desaparecidos, o los beneficios económicos de los que gozan las organizaciones de Derechos Humanos?
Me siento nada!!!! Para los DDHH no existo. Los familiares de desaparecidos tuvieron su justicia. Prefiero no opinar demasiado. Allá ellos con sus conciencias!!! Lo que me da mucha bronca es que este gobierno, al que no voté, les pague por haber matado, les de el lugar en su gobierno corrupto, les siga dando tanta impunidad y para colmo encima les hace homenajes como si fueran héroes y próceres. Eso si me provoca mucha bronca. Solo les pido que me dejen hacer mi homenaje a papá sin decir nada, porque en este país no podes pensar distinto porque se enojan, te insultan y te dicen golpista. Soy libre de expresar mis sentimientos y ya que los DDHH no reconocen otros héroes, yo quiero expresar que mi papá, para mi si lo es y quiero homenajearlo tranquila.

En tiempos de Democracia, ¿nunca nadie representando al Estado se acercó a tu familia para dialogar sobre el asesinato de tu padre?
No, jamás, nadie se acercó!!! Ni del Estado, ni DDHH. No se habla de las victimas del terrorismo, no se habla de los muertos. Nunca se acercaron a preguntar si necesitábamos algo, no ofrecieron ni siquiera un tratamiento psicológico, para ayudarnos a entender que papá no volvería nunca, que nos dejó solas pero no por su voluntad, que debíamos seguir adelante con la única y mas grande ayuda que fue la de Dios. Dejaron abandonadas a una mujer y dos niñas con terror!!!! Hoy ya mi madre tampoco está con nosotras, solo somos sus hijas las que estamos luchando por sus Derechos y los nuestro como victimas de este asesinato cruel.
Reportaje: "Tincho" Sanchez Anse














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